A pesar de que la lluvia y el viento afectaron a algunas residencias, ocurrieron colapsos de árboles y se acumuló agua en Cáceres, la Feria no tuvo que ser cancelada

CÁCERES, 26 (EUROPA PRESS)

La tromba de agua y las fuertes rachas de viento que se han producido este viernes en Cáceres han dejado un balance de seis casas anegadas en el barrio de Las Trescientas, así como balsas de agua en puntos habituales y árboles caídos, si bien no se han notificado hasta el momento daños personales.

Tal y como ha indicado el alcalde de la ciudad, Luis Salaya, los parques se encontraban cerrados para evitar daños por la caída de ramas y árboles que ya han comenzado a retirarse.

También se han registrado algunos daños en los puestos y atracciones de los feriantes, ya que la ciudad está inmersa en las Ferias de San Fernando, motivo por el que este viernes es festivo en Cáceres.

El alcalde ha señalado que si bien se han acordonado algunas atracciones, ya se ha desmontado el dispositivo y la feria continúa con normalidad aunque con las molestias propias de la lluvia para este tipo de eventos.

“Estamos en alerta amarilla, no estamos en alerta roja ni en naranja, estamos en alerta amarilla y con una feria pasada por agua, pero en un nivel de alerta que permite que se siga celebrando la feria”, ha dicho Salaya, que ha suspendido toda actividad programada por el cierre de la campaña electoral, en la que participa como candidato del PSOE, para centrarse en la gestión de los problemas ocasionados por la lluvia y el viento.

Salaya ha señalado que en “un momento muy concreto de la tarde” se han producido unas rachas de viento “muy fuertes” que no estaban en las previsiones y que han provocado “algunos desperfectos”, junto con “muchísima lluvia”, pero en el momento de realizar estas declaraciones ya se estaba “recuperando la normalidad”.

Una normalidad a la que se ha llegado con rapidez gracias a que estaba “todo activado” por la feria, en relación a los dispositivos policiales, de emergencias, bomberos… así que se ha reaccionado “muy rápido”.

“Ha sido muy impresionante pero ha durado muy poquito rato y por suerte hemos podido reaccionar rápido”, ha comentado el primer edil, quien ha señalado sobre los habituales charcos que se forman en el ferial cuando llueve que este recinto carece de un sistema de alcantarillado, lo cual es “un lastre importante” que “en el futuro, en el horizonte, cuando haya un recinto ferial nuevo, todo este problema tendrá que desaparecer”, ha dicho.

Salaya ha pedido paciencia a los vecinos respecto a la retirada de ramas y árboles, ya que primero se actúa sobre los que obstaculizan el tráfico y posteriormente se va procediendo a la limpieza del resto, porque la prioridad es “cortar las ramas y talar los árboles que han quedado muy dañados para evitar que se caigan durante el resto del fin de semana”.