
Dos hombres están actualmente bajo investigación por parte de los agentes de la Guardia Civil de Valencia de Alcántara debido a un acto de caza furtiva que resultó en la abatida de tres gamos y dos ciervos en la localidad de Salorino. Estas acciones ilegales constituyen un delito contra la fauna, y las autoridades correspondientes están tomando medidas para llevar a los responsables ante la justicia.
Los dos cazadores fueron descubiertos mientras se encontraban en una finca específica donde se había revocado la autorización administrativa para la gestión de los recursos cinegéticos. Esto implica que no tenían permiso legal para llevar a cabo actividades de caza en esa área en particular. La revocación de la autorización puede haberse debido a diversas razones, como el incumplimiento de normativas de conservación de la fauna, la falta de cumplimiento de requisitos legales o el mal manejo de los recursos naturales.
Estos actos de caza ilegal y furtiva representan una amenaza directa para la fauna silvestre y su conservación. La caza debe ser llevada a cabo dentro de los límites establecidos por las autoridades competentes, respetando las regulaciones y los períodos establecidos para garantizar la sostenibilidad y el equilibrio de los ecosistemas. La caza ilegal pone en peligro la biodiversidad y puede tener un impacto negativo en la población de especies protegidas.
Las investigaciones en curso por parte de la Guardia Civil buscan recopilar pruebas sólidas que respalden los cargos contra los dos cazadores involucrados en esta actividad ilegal. Una vez concluida la investigación, se tomarán las acciones legales correspondientes para asegurar que se haga justicia y se establezcan las consecuencias apropiadas por sus acciones en contra de la fauna y la legislación vigente.
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