La provincia ofrece multitud de fiestas atractivas para los locales y todos aquellos que quieran acercarse a conocerlas. Entre ellas, destaca la Semana Santa de Cáceres, de interés turístico internacional y que cuenta con algunas cofradías de las más antiguas de España, nacidas en el siglo XV. Mención especial merecen asimismo las de Plasencia y Trujillo.
Otras celebraciones de carácter religioso reseñables son la Bajada de la Virgen de la Montaña en Cáceres; la festividad de los Empalaos de Valverde la Vera, que representan el Vía Crucis, y la Romería de San Isidro de Valencia de Alcántara.
Cerezos en Flor en el Valle del Jerte
La fiesta de los Cerezos en Flor, declarada de interés turístico nacional, es un deleite para la vista, con más de un millón de estos árboles engalanados de blanco, dando al Valle del Jerte un aspecto de cuento. Cada año, uno de los pueblos organiza los actos festivos, que incluye eventos culturales y gastronómicos, con las cerezas como protagonistas.
Desde el último fin de semana de octubre hasta el último de noviembre se celebra el Otoño Mágico en el Valle del Ambroz, con sus bosques de color ocre y una agenda repleta de música, comida tradicional y actividades en la naturaleza.
El Jarramplas es la fiesta más importante de Piornal. Tiene lugar el 19 y 20 de enero en honor a San Sebastián. Gira en torno a un personaje vestido como un demonio danzante, que camina por la calle con un traje de colores mientras los vecinos le tiran nabos.
Las Carantoñas y Los Negritos
Las Carantoñas de Acehúche, también en enero, el 20 y 21, es una de las citas más interesantes de toda la provincia. En ella, declarada de interés turístico regional, estas figuras, ataviadas con pieles, máscaras y palos, representan a las bestias del bosque, que veneraron el cuerpo de San Sebastián en vez de devorarlo.
En Los Negritos de San Blas de Montehermoso, siete danzantes con la cara tiznada bailan al son de las castañuelas. Cuenta la leyenda que en la víspera de la fiesta de este santo, una familia muy humilde se presentó en el pueblo para pedir limosna, que agradecían bailando. Con los años, su baile ya no fue tan apreciado y se tiñeron la cara de negro para evitar ser reconocidos. Los lugareños se dieron cuenta del engaño y en vez de rechazarlos los invitaron a volver cada año.
La víspera del domingo de carnaval, Villanueva de la Villa celebra el Peropalo, un muñeco de tamaño natural relleno de paja, vestido con traje, botas, sombrero negro y un pañuelo blanco al cuello. En ella, se simula un juicio a un malhechor que se refugió en la Sierra de Gredos huyendo de la justicia.
Escobazos en Jarandilla de la Vera
Los Escobazos tienen lugar cada 7 de diciembre en Jarandilla de la Vera. Ese día se encienden miles de escobas para rendir homenaje a la Inmaculada Concepción. También en honor a la Virgen se celebra la Encamisá de Torrejoncillo, una procesión en la que la acompañan jinetes cubiertos con sábanas blancas adornadas, que son conocidos como “encamisaos”. Se cree que los orígenes de la fiesta se remontan a la Batalla de Pavía, en la que el capitán Ávalos, torrejoncillano, camufló a sus soldados con sábanas blancas para hacerlos invisibles en medio del paisaje nevado. Gracias a esa táctica, consiguió vencer al enemigo. Esta hazaña militar adquirió un matiz religioso cuando se comenzó a decir que la Virgen los había ayudado a alcanzar la victoria.
Pinofranqueado es conocido por su Enramá, en la que los mozos y las mozas se emparejan según una costumbre de hace 150 años. Durante tres días actúan como si fueran novios, con la entrega de la enramá, un ramillete de flores silvestres, y el baile típico de esta tradición. Por su parte, los jóvenes de Malpartida de Cáceres celebran la Cuaresma con la Pedida de la Patatera, en la que van casa por casa pidiendo este embutido, el más económico en otros tiempos. Y en lo que a carnavales se refiere, destacan los de Campo de Arañuelo y el de Hurdano.
También te puede interesar:
- Te recomendamos -